Involucrando a terceros
Un significativo párrafo en nota de septiembre 16 representa una acción de aclaración. Cuando algo no está claro, debe ser aclarado. La nota del 15 de septiembre tuvo un componente confuso: ¿fue o no fue sugerencia de la Procuraduría el "no omitir" nombre alguno? ¡Tuvo que haber sido, o de lo contrario, la nota contenía un elemento de falsedad!
Los reporteros, varios minutos después de haber tomado nota –y de haber, supuestamente, recibido la manifestación de "esperanza" en que no se omitiera nombre alguno– descubren el "por qué" de esa petición.
¿Qué trata de decir, ya sea el reportero o el vocero de la procuraduría, al mencionar la combinación de apellidos "Patrón Laviada" con un maestro –de una secundaria regida por el régimen estatal– que es arraigado en relación al crimen del 28 de agosto?
Ya sea el reportero o el vocero de la procuraduría, lo que tratan es de involucrar.
Hay una conexión en este esfuerzo por involucrar que tiene su origen en la procuraduría –cuando el vocero dice que "espera que no omitan..."– y que encuentra terreno fértil en el reportero –quien se equivoca y "descubre" que "Antonio" (nombre equivocado) presta un local para comenzar a operar una telesecundaria hace ya alrededor de 12 años.
El texto de la aclaración del diario es:
En esa información el reportero, no la Procuraduría, recuerda que uno de los detenidos, José Francisco Quijano Quintal, fue fundador de una telesecundaria de Poxilá, Umán, que funcionó en una casa facilitada por Antonio Patrón Laviada. En realidad es Alejandro, no Antonio, quien tiene nexos con la hacienda Poxilá.
Un lector promedio del Diario habría captado, de la nota original, que después de arraigar a los 3 nombrados, en alguna forma el personal a cargo del caso, en los interrogatorios previos dentro de la Procuraduría, "descubre" una palabra "mágica": "escuela en Poxilá". Entenderíamos que esta palabra "mágica" no le fue transferida al reportero –o por lo menos, eso es lo que el Diario nos muestra como "la verdad". Al reportero sólo se le transfirió una esperanza: la de que ningún nombre fuera omitido.
Los reporteros se fueron a las oficinas y pensaron, platicaron entre sí, comentaron. Finalmente, creyeron haber "atado un cabo": se trata de la escuela que hace algunos años prestó un Patrón Laviada (ponen el nombre equivocado) al maestro arraigado para inaugurar la Telesecundaria. Y, desde luego, para continuar con la búsqueda de por qué se esperaba que ningún nombre debería omitirse, también ataron el cabo del "apoyo" –no especifican el tipo de apoyo– que recibió el profesor arraigado del presidente municipal de Umán, en ese momento un panista.
Detrás de la nota hay un deseo de comunicación. Alguien quiere que los lectores sepamos "algo". Algo que quien desea que lo sepamos, considera que es importante. Lo importante de ese alguien es:
Ningún nombre de los arraigados debe omitirse.
2 nombres no hicieron sonar campanas
1 nombre sí: fue el maestro que recibió en préstamo un local para inaugurar una escuela telesecundaria en el poblado de Poxilá, Umán.
Poxilá es también el nombre de la hacienda, propiedad de una hija de Víctor Cervera Pacheco.
La hija de Cervera Pacheco está casada con un hombre de apellido Patrón Laviada. ¡Ring, Ring, Ring!
El reportero creyó que se trataba de un hombre de esos apellidos llamado Antonio
El arraigado del nombre que sí hizo sonar campanas, además "recibió apoyos" del presidente municipal de Umán en 1996. En ese momento el presidente municipal era panista. ¡Ring, Ring, Ring!
Ésos son los 7 puntos que el reportero desea que el lector promedio sepa. Hay un sinnúmero de puntos que el reportero, sin embargo, omite. Es decir, son puntos que para el reportero no son relevantes:
La telesecundaria pertenecía a la SEP yucateca.
La SEP yucateca es responsabilidad del gobierno estatal y el gobernador del estado en ese momento era Víctor Cervera Pacheco
El maestro continúa, en 2008, en la escuela que es responsabilidad del gobierno que hoy preside Ivonne Ortega Pacheco
La hacienda Poxilá ha sido sede de eventos a los que asisten personajes y familiares de la gente más exitosa de México e incluso del mundo
Todos los días se llevan a cabo en Poxilá cursos para que las mujeres de asentamientos cercanos aprendan a servir las mesas en la forma aceptable según las normas del turismo internacional
Varios días a la semana asisten niños del pueblo y de la ciudad a tomar clases de natación
Practicantes del deporte hípico asisten con frecuencia a ejercitar y perfeccionar sus habilidades para las próximas competencias
Por lo menos una vez al año la hacienda es sede de competencias hípicas a las cuales acuden hijos de familias exitosas, con sus padres.
Alrededor de Poxilá no hay un solo elemento de seguridad —mucho menos armado— apostado ni en las puertas ni en las azoteas. Las rejas no tienen candado y el que llega las abre y entra libremente.
Los sábados y los domingos hay juego de pelota en el parque y se escuchan con fuerza las explosiones de los voladores que lanzan.
La hacienda ha sido el lugar de reposo y alojamiento de parientes del presidente actual, del anterior, de personajes importantes del priísmo, familiares del arzobispo de yucatán, organizaciones civiles, médicas, religiosas y deportivas.
Es un lugar muy atractivo para la celebración de bodas y banquetes.
Si se va a lanzar públicamente una pieza de información que puede interpretarse en un sentido falso, es absolutamente necesario –se llama ética periodística– colocar paralelamente, en ese mismo lanzamiento, la información adicional que impida la formación de un sentido falso o ayude al lector a formarse una idea más clara de lo que se pretende describir.
Muchas personas me conocen personalmente. Han paseado libremente por Poxilá. Allá nos hemos encontrado a sus hijos y a los hijos y nietos de personas que lanzan públicamente piezas de información totalmente falsas pero incriminatorias sobre mi persona.
Me pregunto por qué. Es menester investigarlo y eso habremos de hacer.
1 comentario:
olasz como estan buen yo zoolo kiero
que sepan que esta huau esta pagina
adiosz pasala
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