viernes, 10 de octubre de 2008

Poxilá: la hacienda social de todos

Poxilá ha sido una afición, un "hobby". Poco a poco, durante varias décadas, se ha ido arreglando. Lo que es hoy es muy diferente de lo que fue ayer. Quizás fue una práctica personal para aplicar mis profundos deseos de rehabilitación de esos cascos abandonados, pero con un potencial de belleza que parece ser muy pocos vemos.

Amigos de toda la república y de otros países del mundo llegan a Poxilá y disfrutan con nosotros la estancia.

Son miles las personas que podrían ser interrogadas acerca de Poxilá: ¿alguna vez vio alguno de esos miles un guardia armado? ¿Un apostado en alguna azotea? ¿Parejas de guaruras rondando por la hacienda mientras nos divertimos?

Poxilá es un lugar para familias. Es una propiedad de mi esposa, Piedad, desde 1998.

Aquí se me ocurre colocar este vídeo, del evento hípico nacional este año de 2008:



Todas esas personas que están allá pueden ser cualquier día interrogadas a ver si alguna, alguna vez, vió algo "extraño".

Habría miles de cosas acerca de las cuales me gustaría estar escribiendo. Pero en vez de disfrutar otros temas, debo asentar con claridad el testimonio que contradice la inmundicia de un miserable ser humano que en su momento se creyó a sí mismo ungido y consagrado salvador ideológico de la sociedad yucateca, a la cual odia entrañablemente.

Mario Renato Menéndez Rodrígue, alias "Narcorrenato", ha molestado a mucha gente en Yucatán, en Campeche, en Quintana Roo y en donde sea que haya podido. Odia a la gente en general porque se considera a sí mismo superior a todos. Insulta ahora todos los días al presidente Calderón y lo disfruta, porque sabe que por ahora tiene un "aliado ideológico": el Peje. Ambos comparten –parece totalmente obvio– un complejo: se creen destinados a salvar a "su pueblo".

Pero ese complejo de salvadores sólo ha hecho una cosa en todos los sentidos con ese "su pueblo": les ha dado en la madre.

En mi opinión –y creo que sería compartida por cientos de miles de yucatecos pensantes– la gran cantidad de papel que se desperdicia cada día en eso que llaman diario "Por Esto!", es el peor crimen social, político y ecológico. La cuestión económica ya sabemos cómo la ha resuelto el "salvador" de Yucatán: por la vía de la extorsión a la que se prestan, tristemente, muchas personas que le temen porque algo le deben a la sociedad o sencillamente se debilitan ante el poder de la calumnia o la difamación de "El Canalla", "Falso periodista", "El Extorsionador". No le puedo decir "El Mamut" porque ofendería la memoria de esa honorable especie extinguida.

Si alguien tiene algo que objetar a lo que aquí digo ¡adelante! Más ofensas no serán admitidas: me reservo el derecho de dejar decentes los comentarios. De lo que pueden estar seguros es de que cada objeción o comentario será debidamente tratado.

Por otra parte, a mis amigos, a esos que saben quién soy, les agradeceré siempre el apoyo y comprensión que han tenido conmigo. Muchas gracias.

Nos seguiremos encontrando en este espacio con bastante frecuencia.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

ME SIENTO INDIGNADA, AL IGUAL QUE TODA MI FAMILIA AL LEER LOS ULTIMOS ARTICULOS.
CONOSCO A LA FAMILIA PATRON HERNANDEZ Y SOLO PUEDO DECIR QUE ES GENTE DE PRIMERA CALIDAD, GENTE SENCILLA, HONESTA, TRABAJADORA Y LO MAS IMPORTANTE GENTE CARITATIVA, HUMANA.
EN VARIAS OCASIONES HE TENIDO LA EXPERIENCIA DE PRESENCIAR COMO ACTUAN ANTE EL INFORTUNIO AJENO, AYUDANDO EN TODO LO QUE PUEDEN.
ES GENTE COMPROMETIDA CON SUS AMIGOS, Y CON LOS QUE NO LO SON TAMBIEN.
SOLO PUEDO DECIR QUE SE COMETE UNA GRAVE INJUSTICIA Y UN ATROPELLO.
DE MANERA PERSONA, ESTOY CON ELLOS PARA LO QUE PUEDA YO SERVIRLES O AYUDARLES.
LAMENTO MUCHO ESTO POR SUS HIJOS QUE ESTAN VIVIENDO MOMENTOS MUY DIFICILES.
MI SOLIDARIDAD Y APRECIO SIEMPRE Y EN TODO MOMENTO.

MARIA JOSE CASTILLA.

Alejandro Patrón Laviada dijo...

Y claro, ahora que Poxilá queda evidenciada como una hacienda familiar, social, de entretenimiento –un lugar agradable para que todos la pasemos bien– el demonio de la difamación ahora la arremete contra un extremo del estado de Yucatán, más bien Quintana Roo, y envía sus mentiras difamatorias a Holbox.

¿Dónde están los ejidatarios de Holbox que tengan algo que decir de mí? Las personas que conozco de la zona saben cuál es mi actividad, a qué voy, quiénes son mis amigos.

Sabe bien el difamador que no hay una sola persona de Holbox que podría decir una sola palabra en mi contra.

La mejor manera de confundir es decir cosas complicadas para que parezcan más verdad.

¿Dónde está el gobierno federal? ¿Por qué el gobierno federal o el estatal permiten que un medio impreso continúe regando tanta confusión maliciosa entre nuestra sociedad?

Se sabe que extorsiona: exige dinero a cambio de silencio. Y el silencio no tiene que ser sobre algo que tenga valor, sino sobre cualquier cosa que él mismo inventa.

Gracias, amigos y amigas por sus amables comentarios. Juntos vamos a acabar con este tumor destructivo de nuestra sociedad.