miércoles, 8 de octubre de 2008

Yo acuso de difamación a quien resulte responsable

Para los que tienen flojera de leer, aquí está un vídeo de 720x406 (16:9) conteniendo la historia.




Juan Veledíaz es el nombre del reportero. El Universal es el nombre del rotativo. Dice que el origen de su información es el mismo gobierno de Estados Unidos.

Yo soy Alejandro Patrón Laviada.

El origen de la información adoptada por El Universal, con la nota de Juan Veledíaz, me ha difamado. La difamación ha sido levantada y tomaré todas las prOvisiones necesarias para que la acción no quede impune.

Hoy, por este medio y todos los medios que tenga a mi alcance, voy a luchar hasta que la mentira –base de todo mal social en este país llamado México– caiga y los que la usan no gocen de la tradicional impunidad nacional.

¿Quiénes quisieran que los Patrón Laviada estuviéramos involucrados en algo como lo que sugieren?

Nuestra historia es una cadena de defensas de la verdad y de lo que es decente. Nuestra historia es de lucha por los valores simples de la democracia y la transparencia en este país. Hemos sido enemigos de lo oscuro, de la tranza, del engaño, del robo. Nos hemos puesto en todo momento del lado de la verdad, de la ley, de lo que es decente.

¿Por qué entonces se nos pretende involucrar en actos de corrupción totalmente ajenos a nuestras convicciones y modo de vida?

Nuestros enemigos están escondidos detrás de la intriga, la falsedad, la mentira, el fraude, el engaño, el robo. Se enferman antes nuestra convicción de claridad, transparencia y simple verdad evidente ante los hechos de la vida.

Cualquier informe, venga del Vaticano, del más acá o del más allá que diga que una casa "de seguridad" de alguna organización relacionada con actividades ilegales está sobre la propiedad "Poxilá", de mi esposa Pilar Cervera, MIENTE.

No conozco hoy ni conocí jamás a persona alguna con el nombre de "Ignacio Coronel Villarreal".

Es falso que casona alguna dentro de la propiedad "Poxilá" haya sido alguna vez usada para actos relacionados con delitos contra la salud, como la nota de "El Universal". La casona descrita en la nota difamatoria no existe. O bien, se trata de algún edificio cercano totalmente desvinculado con nuestras propiedades.

La propiedad llamada "Hacienda Poxilá" jamás ha sido objeto de resguardo especial ni de cuidados especiales por seguidad. Y sin embargo, ha sido constantemente visitada, con estancia de días enteros, por personalidades internacionales y nacionales.

Este ataque a mi persona, a la persona de mi esposa con el perjuicio a mis hijos y a mis demás familiares, incluido mi hermano Patricio –un luchador quijotesco enamorado de la legalidad y apasionado por la democracia y la transparencia– no puede quedarse impune. Este ataque requiere compensación, requiere justicia a secas.

Sabemos que la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, ha pronunciado en privado que hará todo lo posible por acabar con los Patrón Laviada. Ha dicho con rabia furiosa que desea con todas sus fuerzas darles un golpe mortal. A través de sus fuerzas policíacas está tramando la forma de sembrarnos evidencias falsas que puedan involucrarnos en alguna forma con lo ilegal y lo turbio. Se tendrá que esforzar mucho porque ni yo ni mis allegados le deben a la ley o a la sociedad otra cosa que no sea agradecimiento por los que han creído en nosotros y comprensión a los que han caído en las creencias falsas producto de la difamación.

Cuando Patricio Patrón Laviada era gobernador de Yucatán, una mafia nacional estuvo a punto de sufrir un golpe definitivo, que la habría hecho perder un gran terreno. La traición de un diputado local impidió el comienzo de una investigación que hubiera cambiado la historia de Yucatán y probablemente hubiera alterado en forma significativa la forma de ver las cosas en México. Desgraciadamente, Martha Sahagún de Fox fue víctima directa de la conquista de esa ignominiosa mafia nacional, responsable y culpable directa del estancamiento socio político de nuestra nación. Los indicios de la probable separación de la Sahagún de esa mafia, son las acciones de difamación perpetradas durante varias semanas contra los Fox: Jeep rojo, casa con lago, alberca y biblioteca –y fotos circulando por todo el planeta tratando de amplificar algo que jamás fue especial.

En la nota se dice que la casona "era usada". Pero nosotros afirmamos que la casona descrita sencillamente no existe en nuestras propiedades.

Los párrafos y los nombres mencionados en la nota difamatoria no hacen sino repetir lo que el diario "Por Esto!" ha impreso incesantemente durante más de 13 años ante la negativa que he tenido de "cooperar" para la existencia del mencionado pasquín –órgano desinformativo, causante de la confusión histórica más grave en perjuicio de Yucatán que jamás se haya cometido. El diario "Por Esto!" vive de la extorsión basada en el miedo. Cobra mensualidades fijas o variables a diferentes personas con poder económico de la localidad y de la región, a cambio de no imprimir notas escandalosas –basadas en mentiras o verdades a medias.

El "agente" detrás del informe difamatorio parece haber hecho su investigación sentado en un escritorio –o en cualquier banca de algún parque– leyendo el pasquín de la mentira.

Mario Renato Menéndez Rodríguez –el director del pasquín "Por Esto!"– se ha hecho presente en gobernación y le ha "recordado" al secretario del ramo que el gobierno mexicano "le debe" más de 100 millones de pesos por concepto de apoyos no pagados de regímenes anteriores –López Portillo, De La Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y ahora Calderón. Todos "le deben" al "Por Esto!" 100 millones de pesos. Como no hubo respuesta ($$$) el pasquín salpica todos los días con los nombres más despectivos, calificativos falsos y expresiones de confusión para el ciudadano medio, la fitura del presidente y la institución del gobierno federal.

Es curioso que la nota difamatorio de "El Universal" salga unos cuantos días después de que una página entera fue "comprada" por el gobierno de Yucatán para informar realmente nada, pero, eso sí, dilapidar los fondos del erario yucateco. ¿Cuánto le costó esa página al pueblo de Yucatán?

La putrefacción está generalizándose. Es hora de que las cosas se pongan en orden. Nosotros no tenemos nada qué temer cuando se actúa con justicia, honestidad y transparencia. Nosotros sí tememos al actuar turbio, mentiroso y difamatorio. Le tememos al poder público dirigido por personas sin escrúpulos, capaces de sembrar pruebas y destruir vidas productivas con tal de cumplir mezquinos objetivos.

A lo largo de la vida los enemigos más peligrosos son los que se frustran porque te niegas a actuar en contra de tus principios de honorabilidad, verdad, honestidad, transparencia y democracia. Ésos son los que están detrás de la nota difamatoria de "El Universal".

Esto no ha terminado. Está comenzando y la lucha será compleja. Estamos esperanzados en que estar del lado de lo honorable y lo decente sea nuestro principal aliado.

Si la "Operación Caballero Andante" realmente existe y me ha investigado y los que reportan los resultados de la investigación dicen la verdad y sólo la verdad, estoy seguro de no tener un solo problema. A lo largo del tiempo que me han espiado, ya sabrán de qué vivo exactamente, qué hago, cuáles son mis negocios, mis operaciones, por qué las personas confían en mi plenamente y por qué los negocios conmigo son siempre a favor de quienes actúan con ética.

Si detrás de la "Caballero Andante" hay mentira y falsedad, entonces me encontraré ante problemas que en alguna forma deben resolverse a favor de lo honorable, de la verdad.

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